
Érase que se era, que
m&m marcharon como cada año, por las mismas fechas a ‘
Fritur’. Allí pensaban podrían ver, y tal vez fotografiarse con una ingente prole de personajes, personajillos, y medradores.

Por si acaso, ‘segundo
&m’ marchó anticipándose para asegurarse incrementar su álbum electoral, con tod@ aquel que apareciese por la feria. La
‘reflex’ guardaba todavía el polvo desde la última feria a la que asistió.
En la feria, junto a los feriantes, había stands y tómbolas que ofrecían

miles de regalos. Y entre el numeroso público, se confundían a los proles de los
vip’s. Unos se arremolinaban alrededor de las máquinas de

autoservicio, y otros brindaban con cava, y comían en restaurantes
‘Busine
ss clas’, como sus vuelos.
m&m pidieron a sus diseñadores que les preparasen un logotipo para su ‘puesto’ en la feria.

Les rondaba la forma del
churro enrollado, que simbolizaba, la suerte que añoraban, y la tendencia al
‘centro centrípeto’ del que decían formar parte.
Claro, sus comunes jefecillos era el mensaje que lanzaban, a pesar de la contradicción con su forma de dirigir. (más bien era como la

‘
plomada’, de arriba abajo, y sin moverse).
Pero bueno, las formas, son las formas. Al menos de puertas afuera.
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