El lobby neoliberal del PP boicotea a España en EEUU
Un informe contra el sector de las renovables distancia a Obama del modelo español y amenaza contratos multimillonarios.
La campaña más organizada y dura contra España en el exterior no procede esta vez de Rusia, que el mundo conservador solía considerar culpable. Procede precisamente del corazón de este mundo conservador español: el lobby más liberal del Partido Popular (PP), con conexiones directas con José María Aznar y Esperanza Aguirre, boicotea en EEUU las esperanzas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por convertirse en referente verde de la Administración Obama.
El mayor daño colateral de esta campaña política alimentada por el PP lo sufre el sector español de la energía renovable, que partía en situación de ventaja para beneficiarse del gigantesco plan de estímulo para cambiar el modelo energético de EEUU, cifrado en 600.000 millones de dólares. De ellos, casi 100.000 irán a impulsar las inversiones en energías renovables.
Tras el hito de que Obama citara a España como modelo en renovables, en febrero, Gabriel Calzada, un economista de 37 años protegido por Aznar y Aguirre y vinculado al lobby petrolero que lidera Exxon Mobil, elaboró a toda prisa un informe en inglés, destinado al consumo estadounidense, para demostrar que el modelo español es catastrófico.
El estudio, con membrete de la Universidad Rey Juan Carlos, pero elaborado por tres activistas del Instituto Juan de Mariana, fuerza de choque ultraliberal en la órbita del PP, se benefició de toda la red de contactos cultivado por Aznar institutos vinculados a FAES, medios del grupo News Corp y lobbies republicano y petrolero y ha tenido un gran impacto en EEUU: más de 300 medios internacionales se han hecho eco de sus conclusiones y aún hoy no ha cesado el goteo, que martillea la imagen de España y las expectativas de negocio de las empresas.
Negacionismo climático.
La campaña más organizada y dura contra España en el exterior no procede esta vez de Rusia, que el mundo conservador solía considerar culpable. Procede precisamente del corazón de este mundo conservador español: el lobby más liberal del Partido Popular (PP), con conexiones directas con José María Aznar y Esperanza Aguirre, boicotea en EEUU las esperanzas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por convertirse en referente verde de la Administración Obama.
El mayor daño colateral de esta campaña política alimentada por el PP lo sufre el sector español de la energía renovable, que partía en situación de ventaja para beneficiarse del gigantesco plan de estímulo para cambiar el modelo energético de EEUU, cifrado en 600.000 millones de dólares. De ellos, casi 100.000 irán a impulsar las inversiones en energías renovables.
Tras el hito de que Obama citara a España como modelo en renovables, en febrero, Gabriel Calzada, un economista de 37 años protegido por Aznar y Aguirre y vinculado al lobby petrolero que lidera Exxon Mobil, elaboró a toda prisa un informe en inglés, destinado al consumo estadounidense, para demostrar que el modelo español es catastrófico.
El estudio, con membrete de la Universidad Rey Juan Carlos, pero elaborado por tres activistas del Instituto Juan de Mariana, fuerza de choque ultraliberal en la órbita del PP, se benefició de toda la red de contactos cultivado por Aznar institutos vinculados a FAES, medios del grupo News Corp y lobbies republicano y petrolero y ha tenido un gran impacto en EEUU: más de 300 medios internacionales se han hecho eco de sus conclusiones y aún hoy no ha cesado el goteo, que martillea la imagen de España y las expectativas de negocio de las empresas.
Negacionismo climático.
En su gira por EEUU, en mayo, Calzada, que lidera en España el grupo negacionista del cambio climático, llegó a culpar a las energías renovables del estallido de la "burbuja española". Su mensaje: EEUU no tiene nada que aprender de España. "Es muy difícil comprender que EEUU quiera aprender cómo crear empleo de un país como España", afirmó en Fox News entre risotadas del presentador, Glenn Beck, que se burló de España y de Zapatero durante toda la entrevista.
El informe, cuya repercusión aquí ha sido nula excepto en el universo mediático de Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez, sostiene que cada empleo creado en renovables destruye 2,2 puestos de trabajos en otros sectores. El documento ha sido contestado por los expertos salvo los adscritos al campo negacionista, pero ha tenido efectos devastadores hasta el punto de que obligó al portavoz de Obama a pronunciarse.
Destruir la marca España
El informe, cuya repercusión aquí ha sido nula excepto en el universo mediático de Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez, sostiene que cada empleo creado en renovables destruye 2,2 puestos de trabajos en otros sectores. El documento ha sido contestado por los expertos salvo los adscritos al campo negacionista, pero ha tenido efectos devastadores hasta el punto de que obligó al portavoz de Obama a pronunciarse.
Destruir la marca España
"Se trata de destruir la imagen de España como posible modelo y asociar las energías renovables al paro. La marca España como modelo verde ha quedado muy tocada. Obama ya no utiliza más a España como referente", explica un consultor medioambiental de EEUU con muy buenos contactos en Washington.
El efecto es tan devastador que obligó a la Secretaría de Estado sobre el Cambio Climático a redactar un contrainforme y remitirlo al Congreso estadounidense. La Fundación Ideas, del PSOE, también trató de contrarrestar su incidencia a través del Center for American Progress (CAP), think tank próximo a los demócratas.
Los esfuerzos del Gobierno saben sin embargo a poco a la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que reclama a Industria mayor apoyo. "La mejor respuesta sería un gran plan de renovables, pero no lo vemos", apunta Javier García Breva, uno de sus directivos, muy dolido con el informe difundido en EEUU: "Hemos creado una industria nacional con tecnología propia y ahora se daña su imagen. El informe perjudica mucho los intereses de la industria española y nuestra posición de liderazgo mundial".
Pese a que el PP y la derecha española fijan entre sus prioridades teóricas el apoyo a las empresas y aspiran a la mejor relación posible entre Washingtony Madrid, detrás de la agresiva campaña en EEUU contra la imagen de España y de las empresas renovables está un lobby ultraliberal alimentado por el PP y atrincherado en el Instituto Juan de Mariana, dirigido por Calzada, con conexiones directas con Aguirre, Aznar y Federico Jiménez Losantos. Ni Calzada ni nadie del Juan de Mariana han querido contestar a las preguntas de Público.
Pese a que el informe anti-renovables, de 51 páginas, fue redactado por tres activistas de este Instituto Gabriel Calzada, director, Raquel Merino y Juan Ramón Rallo, para ganar respetabilidad fue lanzado en EEUU con el membrete de la Universidad Rey Juan Carlos, que da al Juan de Mariana un trato preferente bajo la protección del catedrático Jesús Huerta de Soto, ultraliberal de la "escuela austriaca" y colaborador de FAES, la fundación presidida por Aznar.
Fuentes de la Universidad esgrimen la libertad de cátedra para desentenderse del documento, pero no explican por qué se autorizó su difusión con membrete de la Universidad Rey Juan Carlos en la portada y todas las páginas interiores, pese a que se trata únicamente de profesores asociados y sólo pueden utilizar membrete los titulares. No es lo mismo irrumpir en EEUU como activistas del Instituto Juan de Mariana que bajo el paraguas de la universidad que además lleva el nombre del jefe del Estado.
La sintonía de la Rey Juan Carlos con el Instituto ultraliberal va mucho más allá: lo ha acogido como centro adscrito, ampara dentro de su programa oficial los cursos de verano que organiza, beca a los alumnos y canaliza la generosa subvención específica que le otorga, en tanto que centro adscrito, el Gobierno de Aguirre: 201.398 euros para 2009
El Gobierno regional colabora directamente con el grupo. La propia Aguirre hizo una intervención en su acto de fundación, en 2005, en un debate para desacreditar el Protocolo de Kioto, y sus consejeros son habituales en la escuela de verano del Juan de Mariana: el año pasado fue ponente Javier Fernández-Lasquetti. Este año lo será Juan José Güemes.
Además, el grupo mediático más afín a Aguirre, nucleado alrededor de Libertad Digital y Federico Jiménez Losantos, al que la presidenta acaba de conceder una licencia de radio para facilitarle la salida de la COPE, tiene en nómina a varios dirigentes del Juan de Mariana y publica sus tribunas.
Por su parte, la conexión entre Calzada y el ex presidente José María Aznar es directa y múltiple. Calzada es colaborador habitual de FAES y en el pasado estuvo tan activo en su grupo de trabajo sobre cambio climático y energía que es en parte responsable del coqueteo con el negacionismo de Aznar, que en enero incluso anunció su intención de acompañar a Calzada a la cumbre escéptica de Nueva York, aunque finalmente se echó atrás.
La FAES ha movilizado a su red en EEUU para dar al informe de Calzada la máxima resonancia. Su centro de referencia en Washington es la Heritage Foundation guardián de las esencias conservadoras y muy vinculado a los republicanos, que ha promovido el documento en su tupida red y organizó un gran acto público en Washington con Calzada.
El grupo News Corp., que tiene a Aznar como consejero, desempeñó el papel de lanzar el informe en el debate mediático estadounidense, lo que arrastró a todos los grandes medios. Fox News entrevistó a Calzada en uno de sus programas estrella y The Wall Street Journal le dedicó encendidos elogios editoriales, aunque el periodista que redactó la pieza informativa dejó claro en el texto su escepticismo.
La Universidad Francisco Marroquín, en Guatemala, el templo académico neoliberal de Centroamérica, es otro punto de conexión entre Calzada y Aznar. La Universidad es socio de FAES y referente del Instituto Juan de Mariana, que ha concedido su máxima distinción a su fundador, Manuel Ayau. Calzada colabora estrechamente con la universidad, al igual que Aznar, que recibió el honoris causa de esta institución en 2006.
El efecto es tan devastador que obligó a la Secretaría de Estado sobre el Cambio Climático a redactar un contrainforme y remitirlo al Congreso estadounidense. La Fundación Ideas, del PSOE, también trató de contrarrestar su incidencia a través del Center for American Progress (CAP), think tank próximo a los demócratas.
Los esfuerzos del Gobierno saben sin embargo a poco a la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que reclama a Industria mayor apoyo. "La mejor respuesta sería un gran plan de renovables, pero no lo vemos", apunta Javier García Breva, uno de sus directivos, muy dolido con el informe difundido en EEUU: "Hemos creado una industria nacional con tecnología propia y ahora se daña su imagen. El informe perjudica mucho los intereses de la industria española y nuestra posición de liderazgo mundial".
Pese a que el PP y la derecha española fijan entre sus prioridades teóricas el apoyo a las empresas y aspiran a la mejor relación posible entre Washingtony Madrid, detrás de la agresiva campaña en EEUU contra la imagen de España y de las empresas renovables está un lobby ultraliberal alimentado por el PP y atrincherado en el Instituto Juan de Mariana, dirigido por Calzada, con conexiones directas con Aguirre, Aznar y Federico Jiménez Losantos. Ni Calzada ni nadie del Juan de Mariana han querido contestar a las preguntas de Público.
Pese a que el informe anti-renovables, de 51 páginas, fue redactado por tres activistas de este Instituto Gabriel Calzada, director, Raquel Merino y Juan Ramón Rallo, para ganar respetabilidad fue lanzado en EEUU con el membrete de la Universidad Rey Juan Carlos, que da al Juan de Mariana un trato preferente bajo la protección del catedrático Jesús Huerta de Soto, ultraliberal de la "escuela austriaca" y colaborador de FAES, la fundación presidida por Aznar.
Fuentes de la Universidad esgrimen la libertad de cátedra para desentenderse del documento, pero no explican por qué se autorizó su difusión con membrete de la Universidad Rey Juan Carlos en la portada y todas las páginas interiores, pese a que se trata únicamente de profesores asociados y sólo pueden utilizar membrete los titulares. No es lo mismo irrumpir en EEUU como activistas del Instituto Juan de Mariana que bajo el paraguas de la universidad que además lleva el nombre del jefe del Estado.
La sintonía de la Rey Juan Carlos con el Instituto ultraliberal va mucho más allá: lo ha acogido como centro adscrito, ampara dentro de su programa oficial los cursos de verano que organiza, beca a los alumnos y canaliza la generosa subvención específica que le otorga, en tanto que centro adscrito, el Gobierno de Aguirre: 201.398 euros para 2009
El Gobierno regional colabora directamente con el grupo. La propia Aguirre hizo una intervención en su acto de fundación, en 2005, en un debate para desacreditar el Protocolo de Kioto, y sus consejeros son habituales en la escuela de verano del Juan de Mariana: el año pasado fue ponente Javier Fernández-Lasquetti. Este año lo será Juan José Güemes.
Además, el grupo mediático más afín a Aguirre, nucleado alrededor de Libertad Digital y Federico Jiménez Losantos, al que la presidenta acaba de conceder una licencia de radio para facilitarle la salida de la COPE, tiene en nómina a varios dirigentes del Juan de Mariana y publica sus tribunas.
Por su parte, la conexión entre Calzada y el ex presidente José María Aznar es directa y múltiple. Calzada es colaborador habitual de FAES y en el pasado estuvo tan activo en su grupo de trabajo sobre cambio climático y energía que es en parte responsable del coqueteo con el negacionismo de Aznar, que en enero incluso anunció su intención de acompañar a Calzada a la cumbre escéptica de Nueva York, aunque finalmente se echó atrás.
La FAES ha movilizado a su red en EEUU para dar al informe de Calzada la máxima resonancia. Su centro de referencia en Washington es la Heritage Foundation guardián de las esencias conservadoras y muy vinculado a los republicanos, que ha promovido el documento en su tupida red y organizó un gran acto público en Washington con Calzada.
El grupo News Corp., que tiene a Aznar como consejero, desempeñó el papel de lanzar el informe en el debate mediático estadounidense, lo que arrastró a todos los grandes medios. Fox News entrevistó a Calzada en uno de sus programas estrella y The Wall Street Journal le dedicó encendidos elogios editoriales, aunque el periodista que redactó la pieza informativa dejó claro en el texto su escepticismo.
La Universidad Francisco Marroquín, en Guatemala, el templo académico neoliberal de Centroamérica, es otro punto de conexión entre Calzada y Aznar. La Universidad es socio de FAES y referente del Instituto Juan de Mariana, que ha concedido su máxima distinción a su fundador, Manuel Ayau. Calzada colabora estrechamente con la universidad, al igual que Aznar, que recibió el honoris causa de esta institución en 2006.
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