A estas horas, creo que la noticia es de sobra conocida, pero no quería
dejar de compartir en el blog las reflexiones que me han llevado a
convocar las elecciones autonómicas vascas para el próximo 21 de
octubre.
Ha sido ésta una decisión meditada y responsable, adoptada únicamente teniendo en cuenta los intereses generales de la ciudadanía.
Tal y como he manifestado en mi comparecencia pública del mediodía, con los acuerdos del Consejo de Gobierno de hoy y otros anteriores, tenemos adoptadas buena parte de las medidas necesarias para hacer frente la crisis:
• Por un lado, ya están en marcha la práctica totalidad de los programas que, con amplias dotaciones presupuestarias, tenían como objetivo dinamizar nuestra economía, ayudar a nuestras empresas y luchar contra el paro.
• Y por otro, hemos preparado las acciones para que en Euskadi, mientras gobernemos los socialistas, los pensionistas, los parados y las personas con menores ingresos no tengan que pagar más por las medicinas. Y hemos evitado otros recortes en Educación, en Sanidad o en los Servicios Sociales.
Con la convocatoria de las elecciones, ni se va a parar el Gobierno, ni, mucho menos, se va a parar Euskadi. Vamos a seguir desarrollando nuestras políticas y haciendo frente a cualquier contingencia que se pueda presentar en los próximos meses.
Considero, además, que hemos cumplido los principales compromisos que asumimos cuando accedimos al Gobierno.
Terminar con el terrorismo ha sido el mayor logro de la época democrática en Euskadi. Hoy, al finalizar la legislatura, puedo decir con orgullo que hemos puesto fin al terrorismo en Euskadi y quiero dar las gracias a todas las personas que lo han hecho posible defendiendo la libertad en este país.
Sólo por ver pasear por nuestras calles en libertad a todas las personas; por lograr que la libre opinión no suponga arriesgar la vida para muchos; sólo por eso, ha merecido la pena el Gobierno Socialista de Euskadi…
Pero este Gobierno ha hecho muchas más cosas:
• Hemos dejado atrás la política identitaria de conflicto permanente en la que vivíamos, de manera constante, hace sólo cuatro años.
• Hemos planteado políticas públicas para ayudar a nuestras empresas, líneas de avales y créditos para dotarlas de financiación, hemos potenciado planes para su internacionalización…
• Hemos hecho de la austeridad y de la gestión eficiente una nueva forma de defender los Servicios Públicos en tiempos de crisis, haciendo más con menos.
• Recibimos una Administración con el gasto público desbocado, con incrementos anuales del 10%. Y el Gobierno Socialista de Euskadi ha parado en seco el despilfarro. Y lo hemos hecho manteniendo todos los Servicios Públicos y más que duplicando las inversiones en políticas sociales.
• Hemos hecho un gran esfuerzo modernizador en Euskadi: en Educación, Sanidad, en la Administración, en políticas de Empleo, en innovación e investigación…
En definitiva, hemos demostrado que la buena gestión no es hacer más recortes, como defienden el Gobierno de Rajoy o los nacionalistas en Cataluña. Hemos demostrado que hay otro modelo que puede complementar la austeridad, con el crecimiento y que preserva así, a la vez, nuestro modelo social y un sistema productivo innovador y competitivo.
Hoy Euskadi es un país más moderno y más libre que cuando llegamos al Gobierno. Pero nos encontramos en un punto de inflexión. Estamos viviendo los momentos más duros y difíciles de la época democrática, derivados de la situación de crisis que atraviesa Europa.
El Gobierno central se ha convertido en una Administración errática, sin medidas, con improvisación, que pensó que su sola presencia en el Gobierno resolvería la crisis.
Por su parte, las derechas de la Unión Europea están adoptando medidas que sumen en la miseria a países enteros y se han olvidado de la gente y de las empresas, mirando sólo a las entidades financieras.
Yo estoy convencido de que es necesario unir esfuerzos y avanzar juntos. Pero sobre todo, es necesario saber y acordar hacia dónde queremos caminar. Cuáles son los objetivos que queremos defender.
Creo, por todo ello, que es el momento adecuado para llamar a las urnas, para que la ciudadanía vasca determine el modelo y los objetivos con los que se debe gestionar este nuevo tiempo.
Toca renovar el contrato de la ciudadanía y que ésta decida qué proyecto político debe liderar Euskadi en los próximos cuatros años.
Hace cuatro años luchábamos por la libertad plena en Euskadi. Hoy luchamos por nuestro modelo de bienestar.
Hay propuestas bien diferentes encima de la mesa y debe ser la sociedad vasca la que elija qué camino tomar.
Estoy convencido de que en Euskadi sí podemos mantener un modelo social de solidaridad y de crecimiento.
Pero eso dependerá de la decisión que con su voto adopte la ciudadanía vasca.
Hay momentos en la historia de una sociedad en los que la ciudadanía tiene la oportunidad de marcar el camino y el futuro para mucho tiempo. Creo que en Euskadi estamos en ese momento.
Ha sido ésta una decisión meditada y responsable, adoptada únicamente teniendo en cuenta los intereses generales de la ciudadanía.
Tal y como he manifestado en mi comparecencia pública del mediodía, con los acuerdos del Consejo de Gobierno de hoy y otros anteriores, tenemos adoptadas buena parte de las medidas necesarias para hacer frente la crisis:
• Por un lado, ya están en marcha la práctica totalidad de los programas que, con amplias dotaciones presupuestarias, tenían como objetivo dinamizar nuestra economía, ayudar a nuestras empresas y luchar contra el paro.
• Y por otro, hemos preparado las acciones para que en Euskadi, mientras gobernemos los socialistas, los pensionistas, los parados y las personas con menores ingresos no tengan que pagar más por las medicinas. Y hemos evitado otros recortes en Educación, en Sanidad o en los Servicios Sociales.
Con la convocatoria de las elecciones, ni se va a parar el Gobierno, ni, mucho menos, se va a parar Euskadi. Vamos a seguir desarrollando nuestras políticas y haciendo frente a cualquier contingencia que se pueda presentar en los próximos meses.
Considero, además, que hemos cumplido los principales compromisos que asumimos cuando accedimos al Gobierno.
Terminar con el terrorismo ha sido el mayor logro de la época democrática en Euskadi. Hoy, al finalizar la legislatura, puedo decir con orgullo que hemos puesto fin al terrorismo en Euskadi y quiero dar las gracias a todas las personas que lo han hecho posible defendiendo la libertad en este país.
Sólo por ver pasear por nuestras calles en libertad a todas las personas; por lograr que la libre opinión no suponga arriesgar la vida para muchos; sólo por eso, ha merecido la pena el Gobierno Socialista de Euskadi…
Pero este Gobierno ha hecho muchas más cosas:
• Hemos dejado atrás la política identitaria de conflicto permanente en la que vivíamos, de manera constante, hace sólo cuatro años.
• Hemos planteado políticas públicas para ayudar a nuestras empresas, líneas de avales y créditos para dotarlas de financiación, hemos potenciado planes para su internacionalización…
• Hemos hecho de la austeridad y de la gestión eficiente una nueva forma de defender los Servicios Públicos en tiempos de crisis, haciendo más con menos.
• Recibimos una Administración con el gasto público desbocado, con incrementos anuales del 10%. Y el Gobierno Socialista de Euskadi ha parado en seco el despilfarro. Y lo hemos hecho manteniendo todos los Servicios Públicos y más que duplicando las inversiones en políticas sociales.
• Hemos hecho un gran esfuerzo modernizador en Euskadi: en Educación, Sanidad, en la Administración, en políticas de Empleo, en innovación e investigación…
En definitiva, hemos demostrado que la buena gestión no es hacer más recortes, como defienden el Gobierno de Rajoy o los nacionalistas en Cataluña. Hemos demostrado que hay otro modelo que puede complementar la austeridad, con el crecimiento y que preserva así, a la vez, nuestro modelo social y un sistema productivo innovador y competitivo.
Hoy Euskadi es un país más moderno y más libre que cuando llegamos al Gobierno. Pero nos encontramos en un punto de inflexión. Estamos viviendo los momentos más duros y difíciles de la época democrática, derivados de la situación de crisis que atraviesa Europa.
El Gobierno central se ha convertido en una Administración errática, sin medidas, con improvisación, que pensó que su sola presencia en el Gobierno resolvería la crisis.
Por su parte, las derechas de la Unión Europea están adoptando medidas que sumen en la miseria a países enteros y se han olvidado de la gente y de las empresas, mirando sólo a las entidades financieras.
Yo estoy convencido de que es necesario unir esfuerzos y avanzar juntos. Pero sobre todo, es necesario saber y acordar hacia dónde queremos caminar. Cuáles son los objetivos que queremos defender.
Creo, por todo ello, que es el momento adecuado para llamar a las urnas, para que la ciudadanía vasca determine el modelo y los objetivos con los que se debe gestionar este nuevo tiempo.
Toca renovar el contrato de la ciudadanía y que ésta decida qué proyecto político debe liderar Euskadi en los próximos cuatros años.
Hace cuatro años luchábamos por la libertad plena en Euskadi. Hoy luchamos por nuestro modelo de bienestar.
Hay propuestas bien diferentes encima de la mesa y debe ser la sociedad vasca la que elija qué camino tomar.
Estoy convencido de que en Euskadi sí podemos mantener un modelo social de solidaridad y de crecimiento.
Pero eso dependerá de la decisión que con su voto adopte la ciudadanía vasca.
Hay momentos en la historia de una sociedad en los que la ciudadanía tiene la oportunidad de marcar el camino y el futuro para mucho tiempo. Creo que en Euskadi estamos en ese momento.
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