José Chulvi (Xàbia, 1970) se enfrenta al reto de revalidar la alcaldía de su ciudad natal después de haber gobernado como candidato del PSPV-PSOE, la lista más votada en 2011 con la que consiguió seis ediles, en un tripartido conformado por los socialistas, Xàbia Democrática y Ciudadanos por Jávea, Sus dos socios se presentan ahora en coalición con Óscar Antón como cartel electoral.
De alguna forma, el papel de Chulvi en el gobierno local ha sido estos cuatro años, como cuando era joven, el de ejercer de base de un equipo de baloncesto, deporte del que también es entrenador.
¿Cómo han sido estos cuatro años, partiendo de la base de que el gobierno era muy diverso y no todos estaban convencidos de que pudieran acabar la legislatura?
Han sido cuatro años de apertura del Ayuntamiento, de demostrarle a la ciudadanía que había otra forma de gobernar y de hacer las cosas. Ahora es un ayuntamiento más ágil, más abierto y, sobre todo, más participativo con la instauración de cinco consejos de participación ciudadana. Ha habido tensiones, pero yo siempre he considerado que eran positivas porque han servido para mejorar el trabajo de cada concejal.
¿Y ahora aspiran a repetir como partido más votado o a alcanzar la mayoría absoluta, como apunta alguna encuesta?
Aspiramos a tener una mayoría amplia que siga dándole estabilidad al gobierno. Salimos a ganar las elecciones porque ya las ganamos en 2011 en el peor momento de la marca PSOE. Si hubiera hecho caso a lo que me decía la gente por la calle, ni me habría presentado. Pero es importante tener convicciones y no cambiar de traje cada cuatro años. Hemos estado 24 años en la oposición, a las duras, y ahora estamos en las maduras. Llega un momento muy importante para el pueblo. No nos jugamos el gobierno de estos próximos cuatro años, sino el futuro de Xàbia de los próximos 20.
“Es importante tener convicciones y no cambiar de traje cada cuatro años”
Parece que le dan muy poca importancia a la gestión económica y esta legislatura han rebajado la deuda de 45 a 26 millones.
Lo primero que tuvimos que hacer es reducir 200.000 euros de los órganos de gobierno, entre otras cosas porque yo cobro de la Diputación, no del Ayuntamiento. La gestión económica es un éxito de todos los concejales del gobierno porque todos hemos tenido que hacer más con menos dinero. En 2012, cuando llegó la sentencia del Catastro, [que anuló la ponencia de valores de 2005] tuvimos que hacer muchas gestiones para salvar la situación, reunirnos con las grandes concesionarias del ayuntamiento para llegar a un acuerdo y establecer un calendario de pagos, irnos a Madrid y buscar alternativas y una solución que finalmente llegó en forma de un anticipo económico. Finalmente, no nos ha hecho falta acogernos a ningún plan de pago a proveedores.
¿Es consciente de que será muy difícil que pueda repetir su acuerdo de gobierno con Óscar Antón? Se dice que incluso tiene ya un pacto con el PP.
Hay rumores, sí. Nuestro pacto a día de hoy es con el pueblo de Xàbia. De cara al futuro no miramos más allá de cumplir con nuestro programa electoral. Ahora mismo no contemplamos pactar con nadie. Habría que preguntarle a ellos sobre lo que me pregunta. Estamos muy tranquilos porque hemos demostrado que sabemos y queremos gobernar y que no vale cualquier pacto a cualquier precio.
¿Han hecho las paces con Compromís?
Insisto en que no contemplamos ningún pacto, pero igual que el PSPV-PSOE afrontó en 2011 un proceso de renovación que favoreció al partido y al municipio, creo que ahora Compromís presenta una lista muy renovada que abre el abanico del acuerdo.
“Creo que ahora Compromís presenta una lista muy renovada que abre el abanico del acuerdo”
Vamos a cuestiones concretas. ¿Qué pasa con el Central Cinema? ¿Por qué no se han iniciado las obras?
Es una infraestructura que lleva cerrada más de 25 años, pero es un espacio cultural necesario en el casco histórico. Conseguimos que se incluyera en el Plan de Obras y Servicios de la Diputación, pero hemos tenido que rehacer el proyecto, que es muy complejo, varias veces. Ahora ya tenemos la autorización para licitar las obras, aunque normalmente lo hace la propia Diputación, para que vaya más rápido. Tenemos que emitir un informe y, si no pasa nada, a lo largo de este año empezarán las obras, previstas durante nueves meses. El que más ganas tiene soy yo, evidentemente.
La tasa de paro de Xàbia está más o menos como hace cuatro años. ¿A qué lo atribuye y qué piensa que puede hacerse?
Estamos hablando de una de las tasas más bajas del Estado, en torno al 10%, aunque no puedes estar tranquilo mientras haya alguna persona que quiera y no pueda trabajar. Es verdad que la cifra está muy estable y no queda más remedio que apostar por la diversificación de la economía. Hay partidos que pretenden rescatar las grandes inversiones, que no generan puestos de trabajo sino problemas posteriores. El turismo y el sector servicios son muy importantes, pero hay que ayudar y cuidar a los pequeños constructores, respetuosos con el medio ambiente y su entorno porque después se quedan aquí y tienen que dar la cara. Los que vienen a construir 2.000 viviendas y luego se van, nos preocupan poco.
“Hay partidos que pretenden rescatar las grandes inversiones, que no generan puestos de trabajo sino problemas posteriores”
Los jóvenes, más preparados que nunca, deben tener alternativas y la apuesta debería enfocarse hacia las nuevas tecnologías. A este municipio puede trasladarse gente a trabajar aunque su empresa esté, por ejemplo, en Londres. Lo que es importante es que pueda generarse un economía diferente. No podemos tener una gran industria, pero si acumular industria del conocimiento de personas que vengan a trabajar en un entorno donde esté cómodo.
Ha hablado de la construcción y ha advertido de que Xàbia todavía está en riesgo de ser explotada por los grandes promotores por la reactivación del ladrillo. ¿Cree que eso puede provocar la reaparición o el reagrupamiento de sectores y partidos políticos vinculados a esos intereses?
El riesgo existe, claro que existe. Por eso estamos diciendo que nos jugamos mucho más que cuatro años. Los socialistas de Xàbia somos la garantía de preservar a nuestro pueblo del intento de volver a una época que solo trae recuerdos infames. En estos cuatro años no se ha aprobado ningún PAI para construir más viviendas. Les hemos pedido alternativas a los promotores, como que allí donde se debían construir viviendas se implantara una actividad sociosanitaria diferente al puro negocio inmobiliario. Es cierto que ahora puede haber una presión fuerte y al final la política está en el centro de todo, pero yo estoy tranquilo porque creo que todo el mundo me conoce y ya sabe que no puede venir a plantearme determinadas cosas.
“Los socialistas de Xàbia somos la garantía de preservar a nuestro pueblo del intento de volver a una época que solo trae recuerdos infame”
Tenemos que hacer un esfuerzo para hacer cada vez más Marina Alta. Especialmente desde la empresa municipal de agua hemos intentado hacer reuniones para trazar líneas sobre algo que nos tiene que unir. Tenemos un reto muy importante porque las batallas provincianistas entre València y Alicante son ridículas. En esta comarca se habla valenciano, conviven muchas nacionalidades diferentes, tiene 33 pueblos con sentimiento de pertenencia y estamos lejos de las dos capitales. Cada vez que salimos, lo hacemos a pagar autopista, no tenemos tren, somos una comarca abandonada. La apuesta por la comarcalización tiene que ser decidida, con un esfuerzo de generosidad de todos porque, al final, la diversidad política en 33 municipios será muy grande. La comarca de La Marina Alta es clave en la vertebración entre València y Alicante independientemente de quien esté gobernando en València o Madrid.
Hay riesgos comarcales que son muy evidentes y se han manifestado con crudeza el último año. La sequía y los incendios del Montó y La Vall d’Ebo y Pego…
Y un incendio, el de Pego, en el que se han repetido los errores. Lo que denuncié en septiembre ha vuelto a pasar. Las consecuencias son muy graves por recortar en prevención, en mantenimiento, en vigilancia de la reserva marina del parque natural… Al final de toda la historia resulta que los alcaldes de Pego y La Vall d’Ebo me han trasladado que lo que dije y viví entonces, y por lo que tanto me criticaron, no ha servido para nada. Ahora las consecuencias son gravísimas, especialmente para los que allí viven, pero también para toda la comarca, nuestro paisaje y el turismo.
Sobre los incendios: “Los alcaldes de Pego y La Vall d’Ebo me han trasladado que lo que dije y viví entonces, y por lo que tanto me criticaron, no ha servido para nada”
El agua y la gestión tributaria de Xàbia son gestionadas por el Ayuntamiento y funciona bien. ¿Es esta una línea a seguir, que va, dicho sea de paso, a contracorriente?
En 2017 concluye el contrato de recogida de la basura y nuestro planteamiento es la municipalización del servicio. Hemos demostrado que podemos hacer una buena gestión desde el ámbito público y creo que Amjasa es el ejemplo de una empresa saneada y con un funcionamiento económico y de responsabilidad social en lo que respecta a su presencia en la vida social del municipio. Consideramos que el gran ahorro que podremos tener es reinvertir todo ese dinero en la mejora de la nuestra red de servicios, como ha hecho la empresa de aguas.
¿Qué más pretende conseguir si gobierna en la próxima legislatura?
El reto es el pequeño urbanismo, aquellas pequeñas obras que hacen empresas locales, generan empleo y mejoran la calidad de vida de los vecinos porque vive más a gusto y ve que su ayuntamiento le solventa las pequeñas cosas que de verdad le molestan. Pero, por otro lado, tenemos un gran déficit de infraestructuras culturales y deportivas a pesar de que el dinero entró a chorros en el Ayuntamiento durante una época determinada. Debemos plantearnos contar con un Auditorio y una piscina municipal, no a nivel deportivo, de salud. La Generalitat se comprometió en 2005 a hacerla si el Ayuntamiento, a su vez, construía un trinquete, que ahí está desde 2007, aunque no tenemos piscina. Xàbia tendrá piscina la próxima legislatura sí o sí, aunque la tengamos que pagar y luego reclamársela donde haga falta a la Generalitat. Y si está gobernando Ximo Puig, se la reclamaré todavía con más intensidad y más razón.
“Xàbia tendrá piscina la próxima legislatura sí o sí, aunque la tengamos que pagar y luego reclamársela donde haga falta a la Generalitat”
Ahora no pueden criticar a los partidos que han gobernado con ustedes, pero tampoco ellos pueden decir nada, ya que han compartido el poder y se supone que todos alabarán el trabajo del gobierno en su totalidad.
Me gustaría poner en valor el trabajo de los cinco concejales socialistas. Hemos hecho un trabajo excelente en Cultura, Patrimonio, implantación de la administración electrónica o con la creación de seis consejos ciudadanos para escuchar a nuestros vecinos. Y he asumido la responsabilidad, especialmente en los peores momentos, aunque es verdad que me habría gustado tener el apoyo de otros como yo se lo di a ellos cuando las cosas vinieron mal rodadas. Hemos asumido la responsabilidad como grupo mayoritario, especialmente en los peores momentos. Pero de lo que más orgulloso me siento es de haber hecho funcionar un equipo que inicialmente era de 11, pero en los momentos clave ha sido de 21 porque la oposición ha respondido con responsabilidad en situaciones delicadas. Cerca de un 85% de los asuntos de pleno se han aprobado por unanimidad porque venían muy trabajados desde los consejos de participación ciudadana. El resumen es que hay otra forma de gobernar y hacer las cosas. Es la primera legislatura democrática con tal nivel de consenso y la prueba es la sensación de tranquilidad y serenidad política que hay en el municipio.
Ante la realidad política que se avecina, con tal pluralidad de partidos a la expectativa de obtener representación, ahora estarán más entrenados para tramar pactos de gobierno.
Si, pero hasta ahora los pactos se habían basado en un cambio de cromos. En 2011 construimos un pacto en función de lo que podía aportar cada uno, y la propuesta de pacto salió de nosotros. Supimos ser generosos como grupo mayoritario en el diseño del equipo de gobierno. Y todas las licencias urbanísticas, contratos o facturas han sido aprobadas en la Junta de Gobierno, que tenía todas las competencias. El control y la transparencia se han impuesto porque todo el equipo de gobierno sabía que así debía ser.
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