Hace exactamente veinte años, en 1999, bajo el liderazgo de Franck Biancheri, emprendimos en Atenas el proyecto Europe2020[1], un proyecto de reinvención del continente construido sobre una base de democratización, eficacia, transparencia, sostenibilidad y conexión con el mundo. Una reinvención en la que los ciudadanos no serían espectadores, sino actores. Poco después, este proyecto derivó en el laboratorio de ideas Europe2020, que se transformó en el LEAP en 2005. Es esta visión fundadora de los desafíos que aguardaban a Europa lo que dio lugar al Global Europe Anticipation Bulletin.
Porque no hay potencial de anticipación sin un deseo de futuro, sin una tensión hacia el mañana.
Fue nuestro gran interés por el “mañana” lo que nos hizo fijar la vista en esta dirección y agudizarla poco a poco, habituándola a identificar obstáculos y vías libres entre la plétora de acontecimientos de los que se compone este “mañana”.
¡Pero se habrán dado cuenta de que 2020 ya es verdaderamente mañana!
Hace ya algunos años pensamos en modificar esta fecha, posponer el horizonte de nuestra visión. Pero decidimos que esta era la única fecha pertinente para la generación de europeos que representamos (aunque a título individual, nuestro equipo está compuesto por personas de diversas edades, consideramos que estamos generacionalmente marcados) y que mantendríamos la mirada en este horizonte, asumiendo los objetivos que fijamos al principio, en lugar de escaquearnos retrasando la fecha límite.
Pero esto no significa que vayamos a detenernos aquí.
Durante este año prepararemos el lanzamiento del LEAP2040, que consiste esencialmente en una renovación generacional. Por tanto, dedicaremos el año 2019 a trabajar con equipos de jóvenes europeos con los que vamos a emprender una doble acción de formación/transmisión de nuestros logros (principalmente metodológicos) y de reflexión sobre las crisis y desafíos que se perfilan en este nuevo horizonte, y sobre los principales objetivos conductores. Deberíamos estar en condiciones de anunciar el lanzamiento del LEAP2040, a más tardar, en septiembre de 2019.
Gracias a este enfoque transgeneracional del LEAP, el GEAP se reubicará en un nuevo punto de observación que sea idóneo para continuar con su labor de iluminación del futuro, un GEAB que combina la experiencia metodológica de la primera generación con la visión iluminada de una nueva generación abierta al nuevo horizonte.
¡Cada generación tiene su horizonte y su proyecto!
Por nuestra parte, hemos decidido llamarnos simplemente la “Generación Europa”.
Tras una “Generación Guerra”, compuesta por los fundadores de Europa, y una “Generación Estados Unidos”[2], compuesta por los baby boomers, creemos que sigue una “Generación Europa”, nacida en los años 1960/70, que ha presenciado la desaparición de las fronteras, ha podido estudiar en el extranjero en Europa en lugar de Estados Unidos gracias al programa Erasmus, y ha alcanzado la madurez profesional en torno a la introducción de ese sello de la construcción europea que representa el euro.
Es esta generación la que tenía la misión de consolidar la estructura tecnocrática legada por la “Generación Guerra” que la “Generación Estados Unidos” debería haberle transmitido hace justamente veinte años. Desafortunadamente, la “Generación Europa” se ha visto mecánicamente aplastada por el carácter pletórico de los baby boomers y así, no ha podido plantear correctamente su proyecto de una Europa política de los ciudadanos, pues no ha tenido ni voz ni voto a pesar de todos sus esfuerzos y su perseverancia (muy bien plasmados en la trayectoria política de Franck Biancheri).
Ahora que los baby boomers se jubilan y dejan paso (veinte años tarde) a la siguiente generación, esta accede al fin a los puestos clave: los Macron, Kurz y Di Maio, quienes se ven obligados a volver a pasar por el nivel nacional para plantear su proyecto, a falta de una base de actuación europea consolidada. No obstante, les será mucho más fácil actuar desde este nivel, especialmente teniendo en cuenta los actuales desafíos a los que nos enfrentamos, todos de carácter global: medioambiente, sociedad electrónica, paz en el mundo, gobernanza mundial, etc.
Pero la historia no se repite y la perspectiva generacional de la crisis europea es una pista a seguir.
Creemos que nuestra generación, la famosa “Generación Europa”, debe enlazarse con la siguiente, la nacida a partir de los años 1990, que hemos decidido llamar “Generación Mundo”, ya que es esta la que deberá afianzar la labor de frágil consolidación “de último minuto” de la construcción europea (que describimos en las tendencias al alza y a la baja de 2019 de este mismo número), para que los europeos puedan ocupar su lugar en la etapa de organización de la sociedad global que comenzará en 2020.
Aprovechamos esta pequeña presentación de las acciones, reflexiones y proyectos que dan vida actualmente a nuestro laboratorio de ideas para agradecerles una vez más que contribuyan a su realización con su suscripción. Como ya saben, las suscripciones al GEAB son nuestra única fuente de financiación. Sin el GEAB, sin ustedes, el LEAP no existiría.
Agradecemos su apoyo y les deseamos lo mejor para el nuevo año, cuyas 36 tendencias clave explicamos a continuación.
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[1] Véase el discurso de inauguración del proyecto Europe2020 de Franck Biancheri en Atenas. Fuente: FranckBiancheri-Documentation
[2] Nos guste o no, la referencia de esta generación, su horizonte, es Estados Unidos. Y es normal, dado que esta generación, que nació tras la guerra y por consiguiente no tiene ninguna percepción del proyecto europeo, si ha estudiado en el extranjero, ha sido en Estados Unidos (recordemos que antes del programa Erasmus, la movilidad estudiantil se orientaba casi exclusivamente de Europa a Estados Unidos, y por supuesto no en el sentido opuesto). Se ha formado profesionalmente en el mundo de la Guerra Fría, donde los Estados Unidos de América constituían el único modelo. Naturalmente, hablamos de dinámicas colectivas. Huelga decir que cada generación se compone de individuos diferentes.
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