En la Roma imperial aquellos personajes que querían ganarse el vor de la plebe organizaban unos "ludi" (juegos), que consistían en luchas de gladiadores en el Anfiteatro y en carreras de carros en el Circo, principalmente. En época de crisis, llegaban, incluso, a repartir pan o trigo entre los espectadores. De ahí procede la famosa frase de "panem et circenses", pan y circo, en referencia a aquellos lugares en los que se contenta y distrae a las masas con espectáculos públicos. El significado que Wikipedia, por ejemplo, atribuye a la frase es mucho más duro: "Describe la práctica de un gobierno que para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas". ¿Les suena?. Algo de eso debe estar en el fondo de la decisión del Presidente Camps de asumir el canon anual de Fórmula 1. Al final, me he convencido de que esta es la única explicación para mantener la política de estos grandes eventos deportivos, a pesar de constatarse su fracaso o quedarse muy lejos de las expectativas. Si el año pasado hablaban de que vendrían a Valencia 200.000 personas, y tenían los hoteles a rebosar y con precios altos, en este han tenido que hacer descuentos entre el 5% y el 20% y bares y restaurantes se han quedado a la mitad. Si el año pasado fue el Gran Premio menos visto de Europa por televisión, en este han mejorado la cifras en casi un millón más, pero tener 3.394.000 telespectadores está muy lejos de lo que nos contaban al principio para justificar la inversión; un simple partido de vuelta de la supercopa entre el Barça y el Athletic, sin apenas interés, la vieron casi un millón de personas más (4.122.000). Si el año pasado, se hablaba de 112.000 espectadores en el circuito, este año manejan la cifra de 81.231, a pesar de contabilizar hasta al aposentador, pues sólo habían 75.000 asientos en las gradas y no se llenaron (la televisión en directo no engaña). ¿Y del glamour, qué?. Pues, además del gran Eric Clapton, que anduvo por el circuito, un puñadito de actrices de cuarta fila y una presentadora de programas rosa. Todas ellas imagino que "bien pagás".
Por ello, a muchos les sorprende que en lugar de aprovechar la crisis económica, el bajón de espectadores y las dificultades financieras de Valmor para decirle a Mr. Ecclestone adiós, la Generalitat asuma el canon para los próximos años, reafirmando su política de entretenimiento del personal. Y es que, debemos tener en cuenta que el Gran Premio de 2010 será el último antes de las elecciones autonómicas y municipales; y a ellas no se pueden presentar Camps dándole la baza a la oposición de decir que se ha visto obligado a rectificar el eje central de su política (¿hay otra?). Y como, huida la Copa del América, no tiene alternativas de primer rango, pues la Generalitat, con nuestros impuestos, sale al rescate de Valmor, que había dicho basta. Esto no debería sorprendernos, pues si recuerdan, quien pacta con Ecclestone es Camps. Ambos nos presentan a bombo y platillo el espectáculo de la F1 a escasos meses de las elecciones de 2007, y luego, no se sabe bien por qué, se inventa lo de Valmor, a pesar de contar con una sociedad pública para encomendarle la organización (Circuito del Motor, que es quien en realidad organiza el GP).
Pan no habrá, en una Comunitat Valenciana que es la más endeudada por habitante, que paga con mucho retraso a los proveedores y que dedica muy pocos recursos a la promoción real del deporte, pero circo, lo que se dice circo, todo el necesario y más. Por eso, tampoco, extraña el aval (73 millones) a la Fundación del Valencia CF, mientras al resto de clubs que los parte un rayo, como al Levante UD que anda en suspensión de pagos.
Luego si hay que justificar el entramado, ya tienen a consultoras o al IVIE para echar loas y suministrar datos maravillosos de repercusión: 403 millones el GP de 2008. ¡Ahí es nada!. Menos mal que no han hablado de 1.500 o de 2.000 millones y han sido algo prudentes. Aún así, ¿de dónde salen?, o ¿dónde están los 4.859 empleos que mencionan? Valmor tiene pocos trabajadores y la mayoría de los pertenecientes a las empresas adjudicatarias son eventuales y de menos de un mes de contrato. Es algo parecido a los 69 millones de inversión en el circuito, que devolverían los promotores de la zona.¡Ja, ja!. Curiosamente el IVIE no habla de costes. Tampoco de beneficios (no los hay). Sólo de "repercusiones", "crecimiento", "renta" que son conceptos menos tangibles y más etéreos. Pero, todo esto son minucias, que sólo algunos expertos cuestionan. Lo verdaderamente importante es mantener el circo y entretener a las masas. Tan viejo, como los dos mil años de historia de la famosa frase de Juvenal.
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