sábado, 28 de octubre de 2017

2017/10/28 - Carta de Pedro Sánchez

Carta de Pedro Sánchez
Querido/a compañero/a:

A ninguno se nos escapa la dificilísima situación que está afrontando nuestro país. Una situación que estamos viviendo con enorme preocupación, especialmente durante las últimas semanas.

La coyuntura en Catalunya supera con mucho un problema territorial y se ha convertido en un gravísimo desafío al sistema institucional que pusimos en marcha con la Constitución de 1978.

El PSOE defiende el Estado social y democrático de Derecho que hemos construido entre todos los españoles.

Atacarlo es, en buena medida, atacar al PSOE y a los miles de socialistas que lucharon, hasta entregar su vida en muchos casos, por los derechos y las libertades de todos y todas, para que la democracia llegara a nuestro país.

El secesionismo pone en riesgo la supervivencia de ese Estado que hemos construido entre todos.

La aplicación del artículo 155 de la Constitución constituye la inevitable respuesta a un intento inédito de romper la integridad del Estado.

Una respuesta homologable a la de cualquier país de nuestro entorno, que contempla fórmulas constitucionales idénticas o similares.

Lo hemos intentado todo.

Hemos apelado al diálogo hasta el último minuto.

Hemos presentado una enmienda en el Senado para que se paralizara el artículo 155 si se convocaban elecciones autonómicas desde la Generalitat de Catalunya.

Hemos propuesto una Comisión en el Congreso de los Diputados para el estudio del Estado Autonómico para acometer las reformas que sean necesarias en nuestra Constitución.

Y hemos apelado a la responsabilidad del Sr. Puigdemont para que convocase elecciones, precisamente en estos días en que se cumplen 40 años de la recuperación de la Generalitat como institución de autogobierno de Catalunya.

El secesionismo utiliza una retórica de victimización e intenta hacer creer que Catalunya es objeto de  represión y falta de libertades. Es una afirmación que resulta inadmisible, además de enormemente irresponsable.

Se reclama demócrata, mientras vulnera el marco estatutario y constitucional en Catalunya. Apela al diálogo, pero no para mejorar el encaje de Catalunya dentro de España, como pedimos los socialistas, sino para romper con ella.

Asegura no haber sido escuchado, pero ha mantenido el Parlament de Catalunya cerrado para no tener que escuchar él mismo a la oposición.

El Estado social y democrático de Derecho no puede ceder ante esta amenaza.

El único responsable del deterioro de las instituciones de Catalunya es el propio Sr. Puigdemont y su Govern.

Son quienes conducen a la sociedad catalana a un callejón sin salida, creando una legalidad paralela que sustituye a las normas fundamentales del autogobierno de la Generalitat, y pone en riesgo las bases económicas del bienestar de sus ciudadanas y ciudadanos.

Hay que volver a la legalidad. Porque fuera de la legalidad, no hay democracia.

En este sentido, el anuncio por parte del Gobierno, de la convocatoria de elecciones autonómicas en Catalunya para el próximo 21 de diciembre, constituye una oportunidad que este partido ha estado reivindicando desde el primer momento y que puede contribuir a desbloquear una situación política como corresponde en democracia.

Dando voz al pueblo de Catalunya para que exprese su voluntad en unos comicios con todas las garantías.

Nos separan muchas cosas del Gobierno de Mariano Rajoy, cuya investidura rechacé desde la convicción de que representamos a una izquierda de gobierno. La alternativa a la derecha.
Queremos una España diferente a la que nos propone el PP. Una España más justa y solidaria. Una España diversa, con más oportunidades para todos y que integre a la mayoría. Una España limpia de corrupción.

Pero frente al asalto a la legalidad del independentismo, este partido siempre tendrá claro dónde ha de estar.

La mera idea de una España sin Catalunya es la de una España y Catalunya mutiladas, no sólo geográficamente sino también emocionalmente.

Catalunya seguirá siendo España.

No hay ninguna bandera de la izquierda en el secesionismo.

Nada hay de izquierdas en intentar fracturar un Estado democrático. Nada que ver con poner fronteras. Nada que ver con el nacionalismo, que representa lo opuesto a los valores del proyecto europeo. Nada con la ruptura de la convivencia y de la solidaridad entre ciudadanos.

Ninguna democracia es perfecta. Por eso los socialistas hemos propuesto una reforma constitucional que no consiste únicamente en dar respuesta a la crisis territorial que atraviesa nuestro país, ni supone negación alguna de todo lo que supuso el pacto constitucional de 1978.

Responde también a la necesidad de reconectar con nuestro tiempo. De construir entre todos un relato de una España que nos une, de la España que queremos, para que todas las generaciones, también las más jóvenes, añadan su letra, el espíritu de su tiempo, a ese pacto de convivencia que es, en esencia, toda Constitución.

Quiero también aprovechar esta ocasión para poner en valor el trabajo político que están llevando a cabo nuestros compañeros y compañeras del PSC y, especialmente, su Primer Secretario, Miquel Iceta, que ejercen un indiscutible liderazgo en la defensa del Estado democrático desde los valores progresistas.

 Además de mi reconocimiento, les quiero también transmitir todo el afecto, compartido con la familia socialista de toda España, por su coraje y dignidad bajo una enorme presión en momentos tan difíciles para Catalunya.

En este momento, al Gobierno le corresponde la responsabilidad de gestionar este escenario con eficacia, inteligencia y proporcionalidad.
Somos oposición de estado. Y, desde esa perspectiva, los socialistas no abdicamos de nuestra responsabilidad. Estamos ante un desafío que tenemos que enfrentar desde la coherencia con nuestros valores democráticos y de izquierda. La que nunca nos ha faltado  en los momentos difíciles de la historia de España.

Quiero, para finalizar, además de expresaros mi gratitud por vuestro apoyo, trasladaros que tanto yo mismo como la Comisión Ejecutiva Federal, afrontamos esta etapa con toda la determinación y también con toda la  confianza.

El PSOE, tal y como hemos vuelto a demostrar en estos meses, estará a la altura de este enorme desafío.

Desde la confianza, la sensatez y la serenidad en la causa de la razón democrática.

Ahora, democracia.

Ahora, Estado de derecho.

Ahora Constitución y Estatuto de Autonomía.

Recibe un fuerte abrazo socialista


Pedro Sánchez Pérez-Castejón
Secretario General del PSOE

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