2015 – Medien, Finanzmärkte, Petro- System, militärisch- industrieller Komplex, QE : Der Krieg um die Bedeutungshoheit der Ereignisse
2015 – Media, finance, oil system, military-industrial complex, QE : the narratives war
2015 – Médias, finances, système-pétrole, appareil militaro-industriel, QE : la guerre des narratifs
2015 – I mass media, la finanza, il petrolio, l’apparato militar-industriale, il QE: la guerra delle narrazioni
2015 – Media, finanças, sistema petróleo, aparelho militar-industrial, QE: a guerra das narrativas
2015 – Mass media, finantele, petrolul, aparatul militaro-industrial, QE : razboiul naratiunilor
2015 – СМИ, финансы, нефтяная система, оборонно-промышленный аппарат, QE : война версий
2015 – Medios de comunicación, finanzas, sistema petrolero, complejo militar industrial, QE: La guerra de las narraciones
En el caos que caracteriza toda crisis, las explicaciones aumentan como intentos de imponer su particular visión del mundo, en el que el objetivo es el dominio mundial. La caótica “brecha[1]” que abre una crisis es también un espacio de guerra narrativa, en la cual ganarán los más fuertes (durante un corto periodo de tiempo) o bien los más coherentes (durante un largo periodo).
Para el ciudadano de a pie, lo difícil es no perder la cabeza en medio de tanta historia. La misión del GEAB desde enero de 2006 es precisamente esta: ayudar a sus lectores a mirar más allá del evidente ruido dominante y tratar de acercarse a la realidad de los profundos cambios. Esta labor es importante individualmente, en cuanto a las decisiones que todos debemos seguir tomando en un entorno inestable, pero es incluso más importante a nivel colectivo, ya que la elección narrativa es obviamente una elección de futuro. Ahora bien, entre la narración impuesta por la fuerza y la impuesta por la realidad, una sociedad puede encerrarse en un sistema ideológico o comprometerse firmemente a un mundo abierto.
En el siglo XX, los pueblos que se inclinaron hacia sistemas ideológicos desconectados de la realidad tuvieron probablemente poca elección. Hoy en día, las sociedades ultra-conectadas y multi-informadas tienen una responsabilidad real respecto a la elección de su futuro. Es esto por lo que mediante el GEAB y la anticipación política ofrecemos, sin pretender estar siempre en lo cierto, un resumen de las narraciones, con el fin de maximizar la objetividad y ayudar a nuestros lectores a mantener la máxima distancia posible de los acontecimientos, para distinguir entre información basada en hechos y opinión, entre información falsa y fiable, y proporcionar las herramientas necesarias para formar una opinión propia y tener seguridad en ella.
Ya hemos mencionado que el año 2015 se caracterizaría por una “superposición monstruosa” entre el mundo de antes y el de después, en la que ambos mundos parecen ser iguales: uno por la fuerza de las herramientas del poder a su disposición, que aún se encuentran operativos (medios de comunicación, ejércitos, finanzas…), y el otro por su fuerza intrínseca.
En realidad, el mundo de antes ya se encuentra notablemente debilitado y su dominación residual no es más que el fruto de sus esfuerzos sobrehumanos por hacer que sus herramientas de poder “hablen” por él, un esfuerzo que lo está dejando exhausto, tanto como la carrera armamentista dejó exhausta a la URSS.
Nuestro equipo ha decidido hacer pública la primera parte de la sección Perspectivas, sobre las herramientas de poder en crisis, sabiendo que en la segunda parte de la sección se proponen algunos análisis sobre la QE Europea y el tipo de cambio euro-dólar.
Cuatro herramientas de poder en crisis
Echemos un breve vistazo a dónde se encuentran las herramientas de poder más famosas del mundo de antes:
. un debate abierto sobre la objetividad de los medios de comunicación, su profesionalidad, su valor añadido, etc… con el asunto de Charlie, un acontecimiento que ilustra en gran medida este profundo debate: el contraste entre jefes de redacción con métodos ultra-autoritarios, repentinamente orgullosos de enarbolar la bandera de “Yo soy Charlie”, consiguió examinar acerca de la libertad de expresión, no solo a clases enteras de periodistas, sino también a los ciudadanos; un sano debate sobre el trabajo de los medios de comunicación occidentales en relación a Ucrania, por ejemplo, aparece tímidamente; se plantea la cuestión sobre la importancia de las pirámides mediáticas demasiado pequeñas (un problema de fontanería), capaces de reprocesar la inmensa complejidad de la realidad de un mundo en un estado multi-polar, multicultural y multilingüe…; también se plantea la cuestión de la legitimidad de esta autoproclamación como el “cuarto poder”, que cada vez parece más una “usurpación del poder”, del poder de los ciudadanos, a los cuales, de hecho, tenía la misión implícita de representar antes de Internet. Pero Internet está aquí y en lo sucesivo, si es que los medios de comunicación tienen un papel que representar, este no es el de ejercer el cuarto poder sino, en su sentido más original e inexorable, el de contribuir a la adecuada información del cuarto poder real, el pueblo. La cobertura de la crisis ucraniana ha revelado la existencia de control mediático en función de varios intereses, pero en ninguna medida en función de los ciudadanos. El daño ocasionado a esta profesión es considerable, dejándole dos opciones: persistir en una formalización de su giro propagandístico o reinventarse a sí misma. Pero en ambos casos, los medios de comunicación tendrán grandes dificultades para servir con credibilidad al sistema anterior.
. un sistema financiero centrado en el dólar en pleno recalentamiento[2], alentado por la inestabilidad y las oportunidades especulativas, pero completamente desconectado de su misión primaria de financiar la economía: la realidad es que los bancos minoristas continúan despidiendo trabajadores y declarándose en quiebra[3] ; solo los bancos de inversión especulativa están prosperando, pero de una manera que ya no se gana el apoyo de nadie: los individuos han dejado el mundo de las acciones que se les presentó como la tierra prometida en los años 90[4] ; los Estados Soberanos (en particular las naciones emergentes, como China) ya no saben qué hacer para protegerse de las burbujas que aparecen en su camino causando siempre más inestabilidad e interrumpiendo toda planificación económica estratégica[5] ; la economía real también se está separando: ya no obtiene la financiación que necesita para desarrollarse y consecuentemente busca nuevas fórmulas como el “crowdfunding”, por mencionar solo una[6].
. una sistema petrolero en pleno colapso: el control de Estados Unidos sobre el gran recurso energético del siglo XX se ha derrumbado bajo el triple choque del petróleo – la separación del dólar con la llegada del euro en 2002 (seguida del esfuerzo de algunos países productores por vender su petróleo en euros para liberarse del control estadounidense); la alteración del sistema de gobierno del petróleo centrado en Estados Unidos, la OPEP, inducida en la instigación de los propios Estados Unidos por las perforaciones de gas de esquisto; y la transición energética dirigida por Europa al frente, que pronto fue secundada por todas las naciones emergentes, provocando el colapso de los precios…y de lo que quedaba de la credibilidad del dólar.
. un complejo militar industrial occidental que se ve atacado por recortes presupuestarios y planes de austeridad. Y el hecho de que el ministro de finanzas alemán, Schaüble, haya anunciado que será necesario aumentar los presupuestos militares otra vez de cara a 2017 (como si eso cambiara algo el hecho de que el gasto militar alemán no para de caer, incluido este año[7]), no es el motivo por el que la Grecia de Tsipras conseguirá poner en marcha la reducción de las grandes pérdidas causadas por el ejército a los griegos a través de la financiación de un ejército completamente desproporcionado en relación a la “amenaza” turca[8], ni por el que las reducciones del presupuesto militar del Reino Unido preocupan a Estados Unidos[9], ni por el que Bulgaria acaba de cancelar todo el presupuesto militar[10], etc… La realidad es que Occidente ya no puede permitirse esas políticas.
El chirrío ensordecedor de estas herramientas desafiladas
De modo que, por supuesto, estos cuatro pilares del poder del mundo de antes nunca habían rechinado tanto como ahora. Y el chirrío ensordecedor de estas herramientas desafiladas tiene consecuencias verdaderamente peligrosas:
. En cuanto a los medios de comunicación, mientras exhiben verdaderos intentos por reinventarse, existe la tentación de idealizarse aún más, permitiéndose incluso ir en contra de la mismísima propaganda oficial del aparato mediático ruso, por ejemplo[11].
. los bancos, los mercados financieros, las estadísticas, la magnitud de las multas y los beneficios y especialmente el aumento cada vez más improbable de los precios de las acciones ocupan las páginas de los medios de comunicación financieros y las mentes hipnotizadas por el abismo que separa estas cantidades astronómicas de la realidad económica; pero el poder otorgado por estos impactantes números autoriza (y autorizará por un tiempo) al sistema bancario y financiero a imponer su ley a los bancos centrales y gobiernos.
. el colapso del precio del petróleo acorrala a las potencias petroleras, situándolas más aún en el punto de mira y con una verdadera necesidad urgente de reorganización: Arabia Saudita al frente, tratando de apropiarse de la región por medio de sus ejércitos del Estado Islámico que extienden el Wahhabismo en Oriente Medio[12],
. en lo que respecta a la OTAN, intentó un golpe de estado militar en Europa en 2014, aprovechando una incompetente gestión de las relaciones vecinales de la UE. El hecho es que no es fácil pedirle la cartera a la persona que sostiene el arma… Luego la estrategia del complejo militar industrial occidental es simple y perfectamente lógica: aprovechar o incluso crear conflictos para hacerse indispensable y capaz de mantener/aumentar sus presupuestos.
De esta manera, el considerable debilitamiento de las herramientas del poder que continuaban siendo la prerrogativa del enfermo mundo de antes, seguirán constituyendo un significativo riesgo para el planeta durante un tiempo, concretamente los riesgos de guerra (petróleo, OTAN), los riesgos de que un bando occidental se encierre ideológicamente (medios de comunicación), los riesgos del colapso económico (mercados financieros)…Para leer más, suscríbase ahora a GEAB
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[1] La palabra “caos” viene del término griego “khaos” que quiere decir “grieta, debilidad”. Fuente: Wikipedia
[2] Nuestro equipo siempre se ha preguntado en qué medida la desaparición del patrón del dólar no ocurriría desde arriba y no desde abajo; el recalentamiento actual de la moneda estadounidense, incluso si no es definitivo, parece estar en proceso de despojar a la transición del dólar estadounidense de su estatus como moneda global.
[3] El gran saneamiento, especialmente en Estados Unidos, ocurrió por supuesto al inicio de la crisis (2008-2010) y el reducido número de supervivientes hacen de sus dificultades algo más anecdótico. Dicho esto, los bancos aun sufren tal como queda patente en esta lista de despidos y quiebras recientes: Boston Bank, Doral Bank Puerto Rico, Hungary’s banks, Polish banks, ANZ Bank Australia, Bank of America, JP Morgan, Royal Bank of Scotland, etc…08/01/2013)
[4] Fuentes: La Tribune, 08/01/2013; CNN, 27/12/2012
[6] Fuente: BusinessBecause, 18/02/2015
[7] Fuente: Deutsche Welle, 01/03/2015
[8] Fuente: The Guardian, 19/04/2012
[9] Fuente: Washington Post, 12/03/2015
[11] Nuestros equipos han podido observar una histeria en torno a la supuesta guerra mediática entre Occidente y Rusia, que parece permitir el uso de discursos propagandísticos para equilibrar las fuerzas presentes. Medios de comunicación como Ukraine Today, por ejemplo, fueron creados en el bando ucraniano occidental con el objetivo oficial de producir propaganda en contraposición (lo que, naturalmente, es propaganda). Resulta interesante la opinión de la BBC acerca de este asunto.(03/03/2015)
[12] Fuente: New Statesman, 27/11/2014