martes, 6 de octubre de 2009

Notícies del feix-buc: Conferencia de Carlos Braverman: “Geopolítica de Oriente Próximo”

Transcripción íntegra de las palabras de Carlos Braverman en su conferencia pronunciada el primero de octubre de 2009, en el salón de actos del Ateneo de Madrid.
Un texto IMPRESCINDIBLE para conocer la situación del conflicto palestino-israelí (o judeo-árabe), desde el punto de vista de un político israelí (del Meretz ~ Partido Socialista de Israel), judío y sionista, pero comprometido con LA DEFENSA DE LA PAZ y los DERECHOS HUMANOS.

Enlace:
http://jau.me/post/Carlos-Braverman-Geopolitica-de-Oriente-Proximo
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Conferencia de Carlos Braverman: “Geopolítica de Oriente Próximo”

El Instituto Campos abiertos tiene como finalidad básica, promover las investigaciones en ciencias políticas y nuestro trabajo está centrado en los temas de euro-mediterranía y también, básicamente, como dice nuestro nombre, somos una institución que trabaja por la apertura, por el diálogo, por el entendimiento de los distintos factores dentro de la sociedad.
Nos proponemos programas de construcción para la Paz, para alternativas políticas dentro de la sociedad civil y fundamentalmente, estamos abocados a trabajar lo que es la conjunción de los movimientos de la sociedad civil con los partidos políticos.
Muchas veces esos desencuentros resultan sumamente negativos, desencuentros que divorcian a la sociedad civil, al enunciado del sujeto social, del sujeto político e impiden que el actor político se transforme en tal: en portador de un discurso que pueda construir un espacio para la transformación y en ese camino es donde estamos consustanciados y donde volcamos nuestros esfuerzos.
En cuanto al tema que anunció Jaume, es cierto: mi trabajo en los Derechos Humanos y en los Derechos Civiles –en Israel decimos los Derechos Civiles–, comienza en Latinoamérica, comienza durante la dictadura argentina, en un período donde trabajamos para recuperar a desaparecidos políticos, a desaparecidos por la dictadura militar. Continué con el trabajo una vez insertado en Israel –y lo continúo también en parte fuera de Israel– y posteriormente lo desarrollo en el terreno específico de lo que es la sociedad israelí.
El tema que nos convoca hoy, es el tema de la Geopolítica del Medio Oriente, y en la geopolítica del Medio Oriente quisiera hacer una pequeña introducción:
El Medio Oriente no está fuera del mundo, el Medio Oriente está insertado en el mundo. En un mundo que tiene de por sí 34 conflictos activos, que vive en un proceso de globalización, y ese proceso de globalización genera lo que vengo repitiendo en las últimas intervenciones: las cifras de la vergüenza, las cifras de la deshonra, las cifras del deshonor: en un mundo de 6.500.000.000 de habitantes, hay un PIB mundial de 46.500.000.000.000 US $ aproximadamente, y en los países desarrollados, que tienen solamente el 16% de la población, el ingreso per cápita es de 28.600.000.000.000 US $ correspondientes a ese PIB, sobre una renta per cápita mundial de 5.800 US $, los países menos desarrollados, con un 67% de la población, perciben un ingreso per cápita anual de 1.700 US $, es un mundo donde 500.000.000 de personas perciben aproximadamente la misma cantidad que 416.000.000 de personas. Es un mundo donde el 15% de la población tiene acceso al 85% de los bienes básicos, y que el 20% de menores posibilidades tiene acceso al 1,6%, lo que es lo mismo que decir que 650.000.000 de personas, tienen la misma capacidad de consumo que 3.500.000.000 de personas.
En una escala de las siguientes proporciones: unos 2.000.000.000 de habitantes en el mundo, tienen una supervivencia –porque no es vida, una supervivencia–, de menos de 2 US $ al día, y unos 1.400.000.000 de personas tienen aproximadamente una supervivencia menor a 1,25 US $ diarios, cuando –por último, en la escala más inferior–, se encuentra una capa de 1.000.000.000 de habitantes que viven con 0,65 US $ al día. Estas cifras están proporcionadas no por grupos altermundialistas, están proporcionadas por el banco mundial. Y el banco mundial establece que una inversión promedio de 80.000 US $ al año, que sería el 2% de lo que el grupo de unos 1.500.000.000 de ‘millonarios’ (de personas con capacidad adquisitiva) que acumulan 4.500.000 US $, el 2% de ello podría cubrirlo.
Pero sería más terrible pensar que en estas cifras tenemos relativamente, 950.000.000 de personas que sufren hambre, categóricamente hambre –desnutrición–, que solamente 2.500.000 lo tienen en África, que solamente el 61% de la población del centro sur de África está carenciada de alimentos; que 2.600.000.000 de personas en el mundo carecen básicamente de los bienes necesarios para su subsistencia, para su higiene, para su aseo; que 1.300.000.000 de personas no tienen acceso a la asistencia médica necesaria; y que por otra parte, 50.000 muertes por día se producen por causas relativas a la pobreza, de los cuales 27.000 son niños; que 1.000.000 de mujeres al año no pueden concluir su embarazo y que de estas, aproximadamente 500.000 mujeres mueren durante el parto.
Veremos que vivimos en un mundo donde se tiene que replantear la cuestión social, es decir, que la cuestión social, hoy en día, muy lejana pero muy vigente al mismo tiempo de la concepción marxista clásica que hablaba de la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, pasan a tener como elemento central la cohesión y el fundamento de una sociedad que pueda funcionar en forma interdependiente y cohesionada.
Al decir de varios teóricos: hay una transformación, una metamorfosis de la cuestión social. Hay una nueva cuestión social: la cuestión social es evitar la exclusión, es evitar expulsar gente del sistema, es evitar esos 840.000.000 de personas hambrientas, es evitar esos 860.000.000 de personas que carecen de la cantidad de agua necesaria, cantidad de agua que se calcula en 20 litros por persona diarios para poder vivir de una forma adecuada, donde los países desarrollados tienen 400 litros diarios por habitante, y en los países que están carenciados hay 1.200.000.000 de habitantes que no llegan a conseguir 5 litros de agua potable [por día] para poder subsistir.
En este mundo hay 34 conflictos [bélicos] activos, que generan entre 650.000 y 750.000 víctimas por año (víctimas fatales, muertos). De estas, solamente Iraq y Afganistán generan casi 1.800.000 desde que comenzaron ambos conflictos. Pero, debemos decir que de esa cantidad, solamente 39.000 víctimas anuales pertenecen a militares, y de esos 39.000, 9.000 a las fuerzas norteamericanas.
Yendo al tema de la política el Medio Oriente, digo que el Medio Oriente no escapa a la cuestión genérica universal de la globlización, y que la política del Medio Oriente y la geopolítica del Medio Oriente, es un conflicto más entre los 34 que están ardiendo, que están en este momento candentes, y que ha sufrido grandes transformaciones.
En primer lugar, quisiera aclarar que en el mundo hay un comercio armamentista mundial de 1.400.000.000.000 US $ en armas, 54% de esa cantidad están destinados al Medio Oriente, 54% es una cifra alta, es una cifra desmedida, es una cifra de sinrazón, pero cuando empezamos a desglosar, hay de esa cantidad, que es aproximadamente 90.000.000.000 US $ al año, que están repartidos: el 69% entre Arabia Saudita, Israel, Emiratos y Egipto, todo lleva a pensar que hay un número específico que dice: 33.000.000.000 US $ de ese 69% en el último año fueron adquiridos por Arabia Saudita; 12.500.000.000 US $ por Israel; hay unos 5.600.000.000 US $ adquiridos por Siria… evidentemente, tenemos que pensar que existe en la geopolítica del Medio Oriente, un engranaje que se está desplazando de la zona que los Estados Unidos de América entienden como arco de inestabilidad y conflictividad.
Estados Unidos de América tiene dividido el mundo en 9 comandos para su control: 4 pertenecen a los Grupos Operativos de Desplazamiento Rápido y 5 son comandos establecidos. De los 5 comandos establecidos, hay 1.000 bases que están fuera de los Estados Unidos de América en 140 países distintos, y Estados Unidos de América controlan aproximadamente entre 160 y 170 países de los 192 reconocidos en Naciones Unidas.
Este despliegue armamentístico y este despliegue geoestratégico está comprendido por el Comando Central, que son las fuerzas que se llamaban Fuerzas de Despliegue Rápido y de Ácción Efectiva en épocas de la Revolución Iraní, que pasa a ser el Comando Central y que tiene su base operativa –ahora reforzada por el Africa Command, que es el más nuevo– y controlan aproximadamente 28 países. Pero aparte, tenemos el Comando Central dentro de los Estados Unidos de América con 6.000 bases en Estados Unidos de América, y tenemos el Comando Sur que controla la América Latina, con base en Miami; y tenemos el Comando Europeo, que está, con base en Berlín; y así, sucesivamente.
Yo diría que hay básicamente un nuevo Medio Oriente, y hay un viejo Medio Oriente. Hay un Medio Oriente que nació del nacionalismo árabe, que fueron las revoluciones progresistas de los partidos como por ejemplo el Baaz, partidos con un modelo de nacionalismo europeo, que llegaron al poder e intentaron transformar las sociedades de arriba abajo, pero sin crear una sociedad civil fuerte, una sociedad civil capaz de responder a las necesidades de cambio, y con actores sociales que devinieran actores políticos.
Pero tenemos también una transformación que se va generando a medida que esos partidos pierden legitimidad, que esos partidos se deslegitimizan, y es cuando surge el nuevo Medio Oriente: un Medio Oriente totalmente distinto, un Medio Oriente con agentes sociales y políticos no–estatales, que es el Medio Oriente que conocemos hoy, el Medio Oriente donde surgen factores y actores no estatales como Hamás y Hezbolá. Evidentemente llenan un espacio, llenan un espacio necesario en la sociedad, llenan un espacio que cubre las carencias que los regímenes ya caducos del antiguo nacionalismo árabe van dejando de lado.
Los distintos vaivenes geopolíticos, los distintos vaivenes de alianzas internacionales, de alianzas subregionales hacen que ese nuevo Medio Oriente se vaya transformando. Pero al mismo tiempo esos agentes no-estatales componen hoy en día un elemento difícil de incorporar al tablero de negociaciones, al tablero de los entendimientos. Este es uno de los puntos que tenemos de tener vigentes; el otro punto, es que para los Estados Unidos de América, lo que es el conflicto árabe-israelí, o israelí-árabe, es un conflicto que está llegando a su punto de culminación.
Hoy en día el foco conflictivo se está desplazando hacia el Este, se desplaza hacia el Este, está yendo hacia el Este, está yendo a Eurasia, está yendo al sur de Asia, está yendo al Mar Caspio, y todo tiene su explicación: Estados Unidos de América a partir del 11-S, invade Afganistán.
Cualquiera que sea la teoría que cada uno de los presentes tenga sobre el 11-S –y sabemos que hay muchas teorías al respecto–, no nos cabe duda que la invasión de Afganistán es estratégica en el tablero norteamericano. Afganistán es la puerta que divide Asia en dos; es la puerta, o la llave o la punta que impide la comunicación de Rusia –que ambiciona retomar, obviamente, su capacidad, no solamente armamentística sino económica y relacionada con el petróleo–, pero la divide de Iraq, la divide de Irán, que divide a la India de Paquistán, que divide y que hace más difícil el traslado del petróleo o las explotaciones japonesas a sus respectivos puntos, y que de alguna manera estamos hablando de una reserva potencial de petróleo del 11%
El problema del Medio Oriente es un problema económico, es un problema de la globalización y que tiene un trasfondo étnico, la viceversa, no es un étnico con un trasfondo económico: es un problema económico, es un problema de la geopolítica. La zona tiene el 61% de la reserva petrolera del mundo, 61% de la reserva petrolera del mundo en el cual el 24% está instalada o la tiene en su territorio Arabia Saudita, los Emiratos poseen un 11%, Irán posee entre un 10% y un 12%, Iraq antes de la invasión estaba inactivo por el bloqueo internacional, sin embargo tenía contratos petroleros con Francia, con China, tenía contratos petroleros con Japón… Inmediatamente después de la invasión norteamericana a Iraq, los contratos fueron anulados, los contratos dejaron de existir.
Pero ¿Cuál es el tema? El tema es que hoy por hoy, no se están cumpliendo los objetivos de producción petrolífera. Hoy por hoy, hay 85.000.000 de barriles diarios que se producen en el mundo, y de esos, 20.000.000 de esos barriles son necesarios para mantener la economía de los Estados Unidos de América. La reserva petrolífera de los Estados Unidos de América tambalea en el 2015 y resulta que Arabia Saudita no está en condiciones de aumentar su producción petrolífera –llegó al máximo–, pero Irán está en condiciones de aumentar los 4.000.000 de barriles que produce hoy, a 8.000.000 de barriles diarios.
Por otra parte, tenemos que saber que Iraq de 2.000.000 de barriles diarios que está produciendo hoy, puede producir en el 2010 –no en el 2015–, 7.000.000 de barriles diarios. Por el otro lado, tenemos la necesidad de los Estados Unidos de América de abarcar el arco conflictivo que representan los antiguos países que en geopolítica se dicen del Istam –Turquistán, Kazajistán, Kirguistán… es el Mar Caspio–. El Mar Caspio en este momento, posee una capacidad de aumento de petróleo, de aproximadamente el 35% de su capacidad petrolera actual, y que es necesario para mantener las necesidades que se programaron hasta el 2015 que sean controladas justamente por Estados Unidos de América, que va a tener que incrementar sus reservas de utilizar de los 20.000.000 de hoy, hasta los aproximadamente los 35.000.000 en el 2015.
Esta es la geopolítica del Medio Oriente, esta es la geopolítica del petróleo, esta es la geopolítica de las armas, esta es la geopolítica que rediseña permanentemente un conflicto, un conflicto que se ha hecho secular, un conflicto que parece no encontrar a partir –ya no de 60 años de existencia del Estado de Israel– sino que parece no encontrar una salida adecuada. Sin embargo, las necesidades actuales de la geopolítica mundial dicen que la hipótesis de conflicto en el Medio Oriente tiene que bajar. Bajar la hipótesis de conflicto quiere decir que la zona tiene que de alguna manera bajar su intensidad. Tiene que bajar su densidad conflictiva. El término adecuado es Densidad Conflictiva.
Esa zona, el antiguo triángulo: Israel-Autonomía palestina, de alguna manera tiene que normalizarse según el nuevo esquema de los Estados Unidos de América y según el nuevo esquema de la política mundial.
Yo quiero aclarar que no todo se maneja en términos de manipulación y maniqueísmo, que existen intereses encontrados dentro del stablishment israelí y dentro de la conducción de la Autonomía Palestina para que esto no se produzca, y que la esperanza de muchos de nosotros –pacifistas israelíes–, está depositada en la sociedad civil, en imponer criterios desde la sociedad civil, es decir, llevar a nuestros respectivos partidos las propuestas, las condiciones y las imposiciones hacia un diálogo que pueda trazar un nuevo camino de paz y entendimiento.
Quiero mencionar que Israel no es una sociedad monolítica: en Israel existen 70 culturas, en Israel hay por lo menos 7 religiones, en Israel viven actualmente 1.500.000 árabes, en Israel, los árabes israelíes son el 20% de la población de Israel. 85% de esa población es musulmana, entre el 8% y el 9% pertenecen a distintos grupos de árabes cristianos, 8% son drusos, 3% carcasianos. Viven en 116 ciudades distintas, algunos tienen… yo diría un 24% de esa cantidad vive en entre 4 y 6 ciudades llamadas mixtas –una de ellas es la mía, Haifa–, y los intentos de colaboración, de diálogo y entendimiento, son constantes. Haifa desde este punto de vista, es un modelo de entendimiento y coexistencia, no siempre es un modelo idílico, pero es un modelo posible. Es un modelo donde lo multicultural funciona, donde en las escuelas se aprende árabe… pero tenemos también una lucha constante –los pacifistas, los progresistas–, contra distintas medidas, contra distintas discriminaciones que se producen en el territorio de Israel. Evidentemente lo más álgido –contaba ayer– son los distintos problemas de la Ley de Ciudadanía –quien es ciudadano–.
Yo quiero contarles una cosa: yo soy sionista –nací en Buenos Aires y por muchas causas vivo en Israel, adopté Israel–. Hoy en día, el sionismo cumplió parte de su función: creó una entidad nacional, una entidad estatal que se llama Israel. Por distintos motivos de desentendimientos y de estos juegos geopolíticos, no existe un estado palestino. Los pacifistas, los que integramos el Movimiento por la Paz, Paz Ahora, la Asociación de Derechos Civiles de Israel, los que integramos los distintos movimientos… como por una sociedad más ecuánime y de justicia social –traducido al español–, fomentamos los movimientos como el de transparencia de gobierno y calidad de gobierno, los movimientos de buscamos hacer de Israel un país constitucional, no matizado por leyes básicas o leyes fundamentales, sino que se promueva el debate para construir un cuerpo jurídico y normativo moderno, un cuerpo jurídico y normativo laico, nosotros, sabemos que nos debemos de enfrentar todos los días, los amigos, los compañeros, los conmilitantes árabes y judíos, a problemas ocasionados por las leyes de ciudadanía, es decir, qué problemas traen las leyes de ciudadanía.
Contaba ayer a Jaume: si un matrimonio, que está por tener familia, tiene –la mujer– familia en territorio israelí, no tiene automáticamente el recién–nacido la ciudadanía israelí, sino que se tiene que pedir la reunificación de familia; si alguien visita Israel y queda embarazada, y el hijo nace en Israel, hay que solicitar la ciudadanía –no es automático–; el caso de los beduinos, a veces no tienen ciudadanía, tienen lo que se llama apatricia –son apátridas–, nacieron bajo el mandato británico y no tienen a lo mejor documentación, y tampoco documentación dentro del Estado de Israel. Gracias a Dios, estos problemas se están resolviendo y pasan a ser hoy en día, burocráticos, pero estos problemas tienen que desaparecer inclusive como burocráticos, es decir, tienen que llegar a un proceso de normalización, tienen que llegar a un proceso de funcionamiento que sea absolutamente normal.
¿Qué es hoy el post-sionismo en Israel? Es una transición. Nació, como un grupo de historiadores revisionistas, que cuestionaron los fundamentos míticos de la constitución del Estado de Israel; y existen otros –como es mi caso–, que decimos que Israel ya es un país normal, que tiene distintos colectivos: que hay colectivos árabes, colectivos no-árabes, colectivos que son cristianos, colectivos que son musulmanes… y que Israel debe ser de todos los israelíes, Israel pertenece a todos los ciudadanos de Israel, y nuestra preocupación fundamental es la distribución equitativa de justicia, en este mundo globalizado, en este mundo de carencias, en este mundo de postergaciones y en este mundo de privaciones. En este mundo donde hay una concentración de la riqueza y una extensión de la desigualdad y de la iniquidad.
Nosotros somos esa clase de post-sionistas, que queremos, dentro de lo que es una entidad conformada, empezar a distribuir la equidad y la justicia, y eso significa restituir la capacidad ciudadana, es decir, las capacidades del ciudadano. Restituir, generar la esfera pública, donde cada ciudadano pueda inscribir su discurso, cada colectivo pueda inscribir su discurso, cada participante de la sociedad pueda construir su espacio de elaboración y de vida, y donde lo universal se junte con lo general, que el partido político sume a todos los movimientos de la sociedad civil, movimientos que también corren el riesgo de encerrarse en su singularidad y no expandirse en las capacidades y las posibilidades de la generalidad.
Decía un teórico que hay tres identidades: una, la identidad formal que da el Estado; otra, la identidad de resistencia, que da aquello a lo que nos oponemos, es decir, aquello por lo que luchamos; y otra la identidad de futuro, esa identidad de futuro es la identidad que genera el sujeto político, es aquel que puede atravesar todas las partes de la sociedad, de una sociedad disgregada con la mundialización, de una sociedad desagregada, como decía Robert Castell y Pierre Rosanvallon, una sociedad que se desagrega, que no tiene un proyecto común.
Si Israel y yo como israelí, y yo como judío de Israel pero ante todo como ciudadano de Israel, hoy por hoy y como miembro y como presidente Campos Abiertos, lo que busco es que mi país no sea una sociedad desagregada, que sea una sociedad que se sume al mundo, pero no al mundo financializado, que se sume al mundo humanizado, y empecemos a regular las entidades, las identidades, comencemos a regularizar la ciudadanía, comencemos a dar soberanía al ser humano, dignidad al ser humano, y a través de garantizar su normatividad jurídica.
Eso es lo que proponemos, por eso es por lo que trabajamos, ese es nuestro objetivo, y Campos Abiertos está para investigar, para profundizar, para generar el suficiente intercambio, la suficiente cohesión para evitar esa desagregación de la sociedad.
Existen también otros campos. Existe también lo que hoy en día se conoce como el neo-sionismo, el antiguo sionismo que venía y colonizaba, y generaba un territorio. Colonizar no es una mala palabra: es construir, no es dominar, no es dominar, es construir… construimos. Hoy en día el neo-sionismo: no. El neo-sionismo es el colono, el que quiere ganar dos kilómetros más de territorio, el que quiere poner una piedra en el camino del entendimiento, este es el neo-sionismo, un pseudo-sionismo… ¡Nada que ver con el sionismo original! Colonizar no es una mala palabra, no es dominar.
Nosotros convocamos a asociaciones que trabajan en la denuncia, a las violaciones que se producen en los territorios que están bajo control militar de Israel, pero somos profundamente conscientes de que trabajamos desde Israel, como ciudadanos israelíes –en nuestro caso, como judíos–, para un mundo mejor, porque ante todo somos ciudadanos del mundo, porque no queremos ver más a las personas que tienen 5 litros de agua no-potable, a las personas que no viven; sobreviven por gracia divina con 0,75 centavos de US $; no queremos ver más a las parturientas que no llegan ni siquiera a ver el producto de su gestación por la muerte; no queremos ver más a ese 500.000 en el mundo, queremos una reducción de a la pobreza, queremos que los objetivos del milenio sean objetivos posibles.
Con respecto al armamentismo, mientras el conflicto en mi zona el número de armas sube a tal punto que en los Estados Unidos de América tienen por habitante, 1.700 US $ en gastos armamentistas, Israel tiene 1.600 US $, y Arabia Saudita 1.200 US $, pero tenemos 1.700.000 desocupados, tenemos 90.000 desocupados por la crisis sistémica; tenemos inversiones directas de entre 8.000.000.000 US $ y 10.000.000.000 US $ anuales, de los cuales el 70% es financiero, es decir, quita de ganancias, toma de bienes activos.
En estas cifras de expansión armamentística, los Objetivos del Milenio fallaron, los Objetivos del Milenio decían que tenían que haber 46.000.000 de pobres menos por año, y sin embargo aumentaron a 28.000.000 de pobres por año.
En nuestro territorio, en nuestra zona, no solamente aumenta la pobreza, no solamente aumenta la desconexión social, no solamente faltan cada día más los pilares de la cohesión de la sociedad como cuestión social, sino que se siguen apilando los cadáveres.
Y hoy en día, yo no puedo decir que ni la Autoridad Palestina, ni el Estado de Israel, en este sentido, tengan las manos limpias, yo creo que las manos están ensangrentadas y que los cadáveres están apilándose. La última Intifada generó 8.000 heridos en lo que hace al espacio Israelí y entre 4.000 y 5.000 heridos en lo que hace a la Autoridad Palestina. Las diferencias económicas entre la Autoridad Palestina y el Estado de Israel, es una capacidad económica de 33 a 1. El PIB es de 185.000.000.000 US $ para Israel y 5.000.000.000 US $ para la Autoridad Palestina.
Pero más allá de las cifras, está la conciencia cívica, está la conciencia nacional y está la necesidad de entendernos a través de la sociedad civil, de entendernos a través del diálogo, de tener los canales activos, de deponer y presionar a nuestros gobiernos para que depongan las acciones armamentistas, y las políticas que se suman a las geopolíticas del caos, del petróleo y de las armas.
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